MATÍAS Y LAS ZAPATILLAS MÁGICAS
En un bonito pueblo muy cerquita de una gran montaña, vivía
un pequeño llamado Matías. A Matías le encantaba el fútbol, no se perdía ningún
partido, pero apenas jugaba. Matías creía que no sabía jugar. Cuando veía los
partidos y observaba a los jugadores hacer impresionantes regates, increíbles pases
y marcar fantásticos goles, se quedaba fascinado y pensaba “ojala pudiera jugar
yo igual que ellos, pero es demasiado difícil para mí”.
Y de este modo, Matías, que adoraba el fútbol, apenas jugaba
partidos, porque creía que no sabía jugar.
Una tarde cuando Matías estaba de visita en casa de sus
abuelos, su tío le contó lo siguiente:
-Cuando yo tenía tu edad, Matías, no sabía jugar al fútbol.
Pero me regalaron unas zapatillas mágicas. Con esas zapatillas podía hacer
impresionantes regates, increíbles pases y marcar fantásticos goles, como los
grandes jugadores.
A Matías se le iluminaron los ojos y pregunto entusiasmado
por las zapatillas.
-Creo que están en el desván-le dijo su tío.
Sin pensarlo dos veces, Matías subió las escaleras y se
encontró en el desván buscando las zapatillas mágicas de su tío que le
permitirían jugar como lo hacen los grandes jugadores, haciendo impresionantes
regates, increíbles pases y marcando fantásticos goles. No tardo mucho en
encontrar las zapatillas, pero éstas tenían un agujero y estaban cubiertas de
polvo.
Matías soñaba con ser un gran jugador, y así con mucho
cuidado y mucha ilusión limpio con esmero las zapatillas y las arreglo hasta
dejarlas prácticamente nuevas.
Al día siguiente se puso las zapatillas y se unió a los
demás niños y niñas para jugar un partido. Y ocurrió algo maravilloso, Matías
hizo regates impresionantes, pases increíbles y marco fantásticos goles. Desde
aquel momento jugó muchos partidos, todos los que pudo jugar y pasaba todo el tiempo que tenía libre
entrenando y practicando. Enseguida fue conocido por ser un gran jugador.
Pero pasó el tiempo y una mañana justo antes del partido
cuando Matías fue a ponerse sus zapatillas, comprobó que de tanto usarlas se le
habían estropeado. Intento arreglarlas como lo hizo la primera vez, pero ya no
tenían arreglo ya que había jugado muchos partidos con ellas.
Y decidió quedarse en casa y no jugar su partido, ya que sin
sus zapatillas mágicas no podía hacer impresionantes regates, increíbles pases
ni marcar fantásticos goles. Entonces su tío que le esperaba para verle jugar
le dijo:
-Matías, no son las zapatillas mágicas, todo lo has hecho
tú. Te has entrenado mucho y has mejorado. Me invente lo de las zapatillas, su
única magia es haber conseguido que creyeras en ti y te esforzaras. Ve y juega
el partido, tú ya eres un gran jugador y no necesitas zapatillas mágicas.
Y así Matías jugó su partido y comprobó que su tío tenía
razón, se había convertido en un gran jugador capaz de hacer regates
impresionantes, pases increíbles y marcar fantásticos goles. Había logrado su sueño.
Moraleja: Con confianza puedes conseguir lo que te propongas
Centro de interés: Encontrar recursos para hacer florecer el potencial de cada uno.
Hacer una comprensión lectora.
Desarrollo de la actividad: Hacer que creen grupos de 4 personas y representen el cuento, para que se diviertan y se metan en primera persona en el para poder hacer-les preguntas posteriormente.
Nombre de la actividad: Zapatillas màgicas
Edad: 6-8 años
Objetivos: Trabajar la confianza en ellos mismos, la vergüenza y la comprensión lectora.
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