El profesor no es el saber sino el mediador del saber. Tonucci

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lunes, 2 de diciembre de 2013



MATÍAS Y LAS ZAPATILLAS MÁGICAS


En un bonito pueblo muy cerquita de una gran montaña, vivía un pequeño llamado Matías. A Matías le encantaba el fútbol, no se perdía ningún partido, pero apenas jugaba. Matías creía que no sabía jugar. Cuando veía los partidos y observaba a los jugadores hacer impresionantes regates, increíbles pases y marcar fantásticos goles, se quedaba fascinado y pensaba “ojala pudiera jugar yo igual que ellos, pero es demasiado difícil para mí”.
Y de este modo, Matías, que adoraba el fútbol, apenas jugaba partidos, porque creía que no sabía jugar.
Una tarde cuando Matías estaba de visita en casa de sus abuelos, su tío le contó lo siguiente:
-Cuando yo tenía tu edad, Matías, no sabía jugar al fútbol. Pero me regalaron unas zapatillas mágicas. Con esas zapatillas podía hacer impresionantes regates, increíbles pases y marcar fantásticos goles, como los grandes jugadores.
A Matías se le iluminaron los ojos y pregunto entusiasmado por las zapatillas.
-Creo que están en el desván-le dijo su tío.
Sin pensarlo dos veces, Matías subió las escaleras y se encontró en el desván buscando las zapatillas mágicas de su tío que le permitirían jugar como lo hacen los grandes jugadores, haciendo impresionantes regates, increíbles pases y marcando fantásticos goles. No tardo mucho en encontrar las zapatillas, pero éstas tenían un agujero y estaban cubiertas de polvo.
Matías soñaba con ser un gran jugador, y así con mucho cuidado y mucha ilusión limpio con esmero las zapatillas y las arreglo hasta dejarlas prácticamente nuevas.
Al día siguiente se puso las zapatillas y se unió a los demás niños y niñas para jugar un partido. Y ocurrió algo maravilloso, Matías hizo regates impresionantes, pases increíbles y marco fantásticos goles. Desde aquel momento jugó muchos partidos, todos los que pudo jugar y  pasaba todo el tiempo que tenía libre entrenando y practicando. Enseguida fue conocido por ser un gran jugador.

Pero pasó el tiempo y una mañana justo antes del partido cuando Matías fue a ponerse sus zapatillas, comprobó que de tanto usarlas se le habían estropeado. Intento arreglarlas como lo hizo la primera vez, pero ya no tenían arreglo ya que había jugado muchos partidos con ellas.
Y decidió quedarse en casa y no jugar su partido, ya que sin sus zapatillas mágicas no podía hacer impresionantes regates, increíbles pases ni marcar fantásticos goles. Entonces su tío que le esperaba para verle jugar le dijo:
-Matías, no son las zapatillas mágicas, todo lo has hecho tú. Te has entrenado mucho y has mejorado. Me invente lo de las zapatillas, su única magia es haber conseguido que creyeras en ti y te esforzaras. Ve y juega el partido, tú ya eres un gran jugador y no necesitas zapatillas mágicas.

Y así Matías jugó su partido y comprobó que su tío tenía razón, se había convertido en un gran jugador capaz de hacer regates impresionantes, pases increíbles y marcar fantásticos goles.  Había logrado su sueño.






Moraleja: Con confianza puedes conseguir lo que te propongas
Centro de interés: Encontrar recursos para hacer florecer el potencial de cada uno.
Hacer una comprensión lectora.
Desarrollo de la actividad: Hacer que creen grupos de 4 personas y representen el cuento, para que se diviertan y se metan en primera persona en el para poder hacer-les preguntas posteriormente.
Nombre de la actividad: Zapatillas màgicas
Edad: 6-8 años
Objetivos: Trabajar la confianza en ellos mismos, la vergüenza y la comprensión lectora.

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